EL PLACER DE LA CULTURA

lunes, 30 de septiembre de 2024

Una mirada artística sobre el desarraigo de las personas inmigrantes

Entre las muchas capacidades del arte se encuentra la de documentar, con su singular lenguaje, la realidad histórica. Fenómenos sociales que conocemos por nuestra vivencia cotidiana o a través de los medios de comunicación, cobran una especial relevancia cuando el arte los hace suyos. Es lo que sucede con las pinturas del proyecto “Desarraigos” de Agustín Benito Oterino (Madrid, 1965).
Agustín Benito Oterino. S/t. Óleo sobre tela, 1,5 x 1,5 m

Los óleos que constituyen este trabajo, autónomos o en forma de tríptico, nos muestran al ser humano en el paisaje de su entorno originario o en un nuevo entorno de desarraigo. También aparecen figuras aisladas, personas en su soledad primordial. Las figuras en los paisajes están construidas por pinceladas vigorosas y dinámicas, gobernadas por contornos nítidos y emergen de fondos de estructuras geométricas y colores extendidos y casi planos; sólo el agua comparte carácter con las figuras. En los retratos, los rostros o las figuras de cuerpo entero ocupan casi toda la superficie del cuadro, con fondos que no les restan un ápice de protagonismo. Y la luz es un factor expresivo determinante en todos los óleos.

Agustín Benito Oterino. Boceto. Óleo sobre tela, 40 x 30 cm

El proyecto “Desarraigos”, presentado en 2015, sigue plenamente vigente, ya que los hechos que provocaron el proceso creativo continúan de actualidad. Agustín concibió el programa pictórico a partir de un trabajo que realizó dentro de una investigación de la Facultad de Filología de la Universidad Nebrija de Madrid. Se trataba de observar y grabar una serie de intervenciones en las que un inmigrante realizaba algún tipo de gestión, dentro de su vida cotidiana, para, posteriormente, realizar una transcripción de las mismas incluyendo los elementos contextuales y paratextuales. El objetivo era elaborar un conjunto de material didáctico, con la finalidad  de utilizarlo como soporte teórico, para poner en marcha unos cursos de español.

Agustín Benito Oterino. Tríptico V

Las dificultades de las personas estudiadas, tanto lingüísticas, como laborales y económicas y su situación como inmigrantes, alejados de su entorno familiar y cultural, movieron a Agustín a emprender un proyecto artístico. La tercera acepción de la palabra “desarraigar” en el Diccionario de la RAE la define de este modo: “Separar a alguien del lugar o medio donde se ha criado, o cortar los vínculos afectivos que tiene con ellos”. Y así surgió “Desarraigo”, un trabajo que engloba, no sólo las pinturas, sino también elementos multimedia, como la voz y la escritura arropando a las primeras. Siempre con el objetivo de mover al espectador a la reflexión y a la meditación sobre la actualidad de las personas inmigrantes y poniendo el acento en su situación de desarraigo. 

Agustín Benito Oterino. S/t. Óleo sobre tela, 1,5 x 1,5 m