EL PLACER DE LA CULTURA

domingo, 24 de septiembre de 2017

Atacama en la XIV Semana de la Arquitectura

Atacama Servicios Culturales participa una vez más en la Semana de la Arquitectura, de la mano de las Bibliotecas Públicas de la Comunidad de Madrid. Entre los días 29 de septiembre y 7 de octubre realizaremos una serie de itinerarios guiados, a los que se puede asistir previa inscripción, que permitirán al participante descubrir los secretos de la arquitectura y el urbanismo de Madrid en diferentes épocas.

El programa de actividades y toda la información para realizar las inscripciones en los paseos se puede consultar en el Portal del Lector.



Los itinerarios que realizaremos este año son los siguientes:

Viernes 29 de septiembre, 18h. Madrid en tiempos del emperador Carlos V

Sábado 30 de septiembre, 18h. Arquitectura en el Madrid de la II República: el centro histórico

Domingo 1 de octubre, 18h. Vestigios del Madrid islámico

Lunes 2 de octubre, 18h. El arte del hierro

Martes 3 de octubre, 18h. Madrid, la corte de los Austrias

Miércoles 4 de octubre, 18h. Transformaciones urbanas y arquitectónicas del S.XIX: el Madrid galdosiano

Jueves 5 de octubre, 18h. Arquitectura en el Madrid de la II República: la Gran Vía y Argüelles

Viernes 6 de octubre, 18h. El Madrid de Beatriz Galindo

Sábado 7 de octubre, 18h. El Ensanche del S.XIX: el barrio de Salamanca 


viernes, 22 de septiembre de 2017

Lo que queda del convento de Santo Domingo de Madrid

El convento de monjas dominicas de Santo Domingo de Madrid fue fundado a principios del siglo XIII a partir de la iniciativa del propio Santo Domingo de Guzmán. Se ubicó entonces extramuros de la villa, hacia el norte, en terrenos actualmente ocupados por la cuesta y plaza que conservan el nombre del monasterio, entre la Gran Vía y la Plaza de Isabel II.
El monasterio fue protegido por los reyes de Castilla, que le otorgaron cuantiosas donaciones. Fue además elegido por las familias nobiliarias madrileñas para que sus hijas tomaron los hábitos en él. El edificio fue creciendo paulatinamente durante los siglos finales de la Edad Media hasta llegar a ocupar una superficie considerable. Además pronto surgió a su alrededor un arrabal, formado principalmente por campesinos.

Estatua orante de Pedro I de Castilla
Foto: Fernando Velasco Mora

Su momento de esplendor llegó en el siglo XV cuando fue su priora doña Constanza de Castilla, nieta de Pedro I, llamado el Cruel, que transformó el monasterio en panteón real. En efecto trasladó los restos de su abuelo, que había muerto a manos de Enrique de Trástamara, hermano del monarca castellano y usurpador de su trono, así como los de su padre, el príncipe Juan; asimismo varias infantas de Castilla fueron enterradas en Santo Domingo. Posteriormente los Austrias realizaron también donaciones importantes al convento, especialmente Felipe III y Felipe IV, lo que posibilitó la ampliación y reforma del edificio medieval.

 
 Sarcófago de doña Constanza de Castilla
Foto: Fernando Velasco Mora

 En 1869 fue demolido y su compleja y rica arquitectura se perdió, incluida su peculiar iglesia de dos naves y su bello ábside de ladrillo, de estilo mudéjar e influencia toledana. También desapareció un gran retablo del siglo XVII.
El convento conservaba una pila bautismal en la que, según la tradición, había recibido bautismo Santo Domingo. Estaba en el coro bajo de la iglesia, junto a las sepulturas reales y se salvó de la destrucción al pasar a formar parte del Real Patrimonio, ya que en ella se han bautizado infantes y príncipes, incluido el actual rey Felipe VI.

Escultura orante del obispo Alonso de Castilla, obra de Esteban Jamete y Gregorio Vigarny
Foto: José Luis Municio Bacía

Afortunadamente ya se había creado, dos años antes de la demolición, el Museo Arqueológico Nacional, y algunas de las obras de arte más destacadas del convento fueron salvadas y trasladadas a él. Actualmente se conservan en el MAN cinco obras procedentes del Convento, todas ellas de carácter funerario: la estatua orante de Pedro I de Castilla, el sarcógafo de doña Constanza de Castilla, la escultura sepulcral del obispo de Calahorra, Alonso de Castilla y un relieve de la Asunción de la Virgen y una Virgen con niño que decoraban la capilla episcopal. Se conserva también una cabeza de paje que podría haber formado parte del sepulcro de Pedro el Cruel, pero que es de factura muy diferente.

Relieve de la Asunción de la Virgen, obra de Gregorio Vigarny
Foto: José Luis Municio Bacía


martes, 5 de septiembre de 2017

Mudéjares de Madrid

Tras la conquista de Madrid por Alfonso VI de Castilla en 1085, los musulmanes de la ciudad pasaron a ser mudéjares, es decir, conservaron su fe, pero bajo el poder cristiano. Aunque posiblemente muchos de ellos abandonaron la ciudad y otros fueron hechos cautivos, los que se quedaron en Madrid mantuvieron su religión y sus costumbres, aunque fueron sometidos a una situación de inferioridad jurídicas con respecto a los cristianos, como podemos observar en el Fuero de 1202. Véase este ejemplo, tomado de la excelente edición realizada por La Librería y el Ayuntamiento en el VIII centenario del código:

LXVIII-Acerca de los moros [apresados] con hurto.

Todo moro cogido con cosa hurtada, si fuere libre, ahorcarlo; mas si fuere cautivo, córtenle el pie. El moro que hiera o mesara a un cristiano y hubiere testigos, moro y cristiano, de que aquel hirió primero, redima su mano con sesenta sueldos, si se querellanse [el cristiano] a los fiadores. Quien mesara o hiriera a un moro libre, pague a su señor un maravedí. Cualquier moro que hiere a otro moro, ambos cautivos, peche un maravedí a su amo…

Los mudéjares se congregaron en la colina de San Andrés, zona de arrabal, fuera del recinto murado, donde la toponimia conserva la memoria de esta presencia mudéjar: calle y plaza de la Morería, puerta de Moros, plaza del Alamillo, plaza de la Paja, etc.


Detalle de la Topographia de la Villa de Pedro de Texeira (1656)

Se organizaron jurídicamente en forma de aljama y se dedicaron sobre todo a la construcción y a la fontanería. Los que eran de condición libre gozaron de la protección real, porque pagaban impuestos especiales al monarca, bien una cantidad fija o bien 1/9 o 1/10.

XCVI-Facultad[es] del juez [local].

El juez local no pronuncie sentencia menos con motivo de hombres de su casa o de hombres de la Corte real o de moros o judías, que pertenecen al Rey o en el Concejo mayor, sino que permanezca en el tribunal judicial y los voceros transmitan las decisiones y administren justicia los alcaldes, y de quien hubiere de tomar caloña, tómela.