EL PLACER DE LA CULTURA

lunes, 28 de marzo de 2022

Un paseo virtual por la arqueología y la historia de Madrid

Aula Virtual (https://manaulavirtual.es/) es una plataforma educativa alojada en la web del Museo Arqueológico Nacional y coordinada por María Jesús Rubio. Está destinada a docentes y escolares, pensada para que las colecciones del Museo puedan utilizarse como herramientas de aprendizaje dentro de la programación escolar. Ofrece itinerarios por el Museo adaptados para diferentes niveles académicos.


Entre los itinerarios propuestos para Bachillerato, hay uno dedicado al Madrid Arqueológico, en el que hemos participado invitados por el Museo. Nos hemos encargado de la selección de piezas y la redacción de los textos.


A través de las diferentes salas el itinerario recorre la historia de la ciudad de Madrid y su territorio circundante desde la Prehistoria.


Hemos seleccionado algunas vitrinas y dentro de ellas las piezas más significativas.


Desde la Prehistoria, viajando por la Edad del Hierro, la época de la Hispania romana y el periodo visigodo, se llega hasta al-Ándalus, el momento en el que nace Madrid como enclave militar y luego como pequeña ciudad.


El recorrido incluye también las salas de los reinos cristianos de la Edad Media y de la Edad Moderna, cuando Madrid se convierte en la corte del Imperio Hispánico, y concluye en el siglo XIX.




martes, 1 de marzo de 2022

El ábside de la iglesia de San Antolín de Baillo

Las Merindades de Castilla reúnen casi un centenar de edificaciones románicas. Muchas de ellas son obras humildes y populares, enclavadas en bellos parajes, como la iglesia de San Antolín de Baillo, fechada a finales del siglo XII o principios del siglo XIII, cronología propia del románico tardío y conservador de las áreas apartadas. Baillo es una minúscula población ganadera situada en la denominada merindad de Cuesta Urria, en la falda septentrional de la sierra de la Tesla, de imponentes crestas calcáreas. Pese a su humildad, la localidad aparece mencionada en algunos documentos medievales. 

Sobre un altozano que domina el pequeño caserío se encuentra una modesta y encantadora iglesia románica de una sola nave rectangular y ábside, que es el elemento más destacado al exterior. Consta de un tramo recto y otro semicircular, construidos con buena sillería. Presenta una ventana en la cabecera, a modo de aspillera, pero que posteriormente se cerró, tal vez cuando se colocó el retablo. Sus muros fueron recrecidos en algún momento, como se puede apreciar a simple vista. Pero la primitiva cornisa se reutilizó y se colocó sobre el recrecimiento de los muros. Cuenta con un bocel y una serie de canecillos decorados, con una decoración muy variada. En efecto, podemos distinguir en los ellos animales, como un ciervo, un cuadrúpedo indefinido, aves y un sapo. Otro está decorado con un tonel, otro con una piña, otro con un exhibicionista masculino y otro más con una cruz patada, es decir, con los brazos más anchos en sus extremos. Algunos presentan motivos geométricos. Tratar de detectar un programa iconográfico en este ábside es una quimera, pero es muy sugerente intentar buscar un significado para estos motivos, relacionados sobre todo con la vida cotidiana y la naturaleza.

A la iglesia original se le añadieron posteriormente la sacristía en el muro norte y un almacén de grano en el lado meridional, este último posiblemente en sustitución de un pórtico, lo que le otorga una imagen muy pintoresca. Además, en la fachada oeste se le añadió un cuerpo para acceder a la espadaña. Una sencilla puerta con arco de medio punto da acceso al interior, cubierto originalmente por bóveda de cañón, sustituida después por una armadura de madera. Un arco triunfal de acceso a la cabecera y sus capiteles están decorados con un estilo similar al de los canecillos del ábside.