EL PLACER DE LA CULTURA

miércoles, 31 de diciembre de 2014

La Noche de Reyes en Madrid en el siglo XIX

Hay costumbres navideñas que nos han llegado después de irse transmitiendo de generación en generación, pero otras muchas se han sumido en el olvido. Es el caso de la celebración de la Noche de Reyes que se realizaba en Madrid a mediados del siglo XIX y que Pascual Madoz nos transmite a través de su indispensable Diccionario geografico-estadistico-historico de España y sus posesiones de ultramar, publicado entre 1846 y 1850:

Invocando la frase de esperar á los reyes, se ve en la noche de la víspera de esta festividad una multitud de personas con hachones de viento, cencerros y otros objetos propios para hacer ruido, recorrer las calles con gritería y algazara, llevando como héroe paciente de la fiesta algun incauto cargado con una escalera y espuerta, á quien hacen creer, que los reyes magos, que llegan aquella noche á adorar al Niño Dios, vienen repartiendo monedas de oro y plata en abundancia. Llegados á un estremo de la pobl., y hecha la pantomima de subirse en la escalera para ver si se les descubre con el auxilio de los hachones encendidos, sale de entre la turba una voz que asegura vienen los reyes por la puerta opuesta dé la pobl., y á ella se encaminan después, y luego á otra y otras, hasta que rendidos de cansancio suelen ir á parar á alguna taberna donde concluye la fiesta mas ó menos entrada la noche. Aquí repetiriamos lo que anteriormente hemos manifestado con respecto al entierro de la sardina, porque parece ageno de un pueblo culto y de los adelantos del siglo ver reproducidas escenas, propias solo de los tiempos del oscurantismo. (t. X, p. 107)
 José Castelaro y Perera. La noche de Reyes en la Puerta del Sol. 1839. Museo de Historia, Madrid
 Además existen algunos testimonios gráficos de esta costumbre, como sendos cuadros de José Castelaro y Eugenio Lucas Velázquez, que parecen ilustrar el texto de Madoz. El primero, pintor decimonónico autor de cuadros de historia, costumbristas y religiosos, nos muestra a un dinámico grupo en la Puerta del Sol, con el personaje que porta la escalera como eje de la composición. A la derecha se ve la Real Casa de Correos y a la izquierda la Iglesia del Buen Suceso, con su reloj iluminado para la festividad, en una Puerta del Sol anterior a la reforma de mediados de siglo. 
 
Eugenio Lucas Velázquez. La hoguera de la noche de San Juan. C. 1850. Museo Cerralbo, Madrid
El cuadro de Eugenio Lucas Velázquez, de factura más empastada y suelta, como es propio de este pintor romántico y costumbrista, es muy posiblemente también, pese al título atribuido, una escena de la Noche de Reyes madrileña, que sucede tal vez bajo uno de los arcos de acceso a la Plaza Mayor. Las figuras se disponen en círculo en torno al personaje subido a la escalera, que es el foco del luz del cuadro, en torno al cual todo se diluye en la oscuridad.

miércoles, 3 de diciembre de 2014

El pequeño infante cardenal y su extraña familia

La renovación política que supuso el ascenso al trono hispánico del primer Borbón, Felipe V, llevó aparejada una renovación pictórica en la Corte y una transformación de la iconografía oficial, en la que los pintores franceses tuvieron un papel muy destacado. Uno de los más importantes fue sin duda Louis Michel van Loo, prestigioso artista, profesor de la Academia de París y reclamado por Felipe V como retratista oficial.
Van Loo pintó a los diferentes miembros de la familia real, pero su obra más destacada es el retrato de grupo que realizó en 1743 y que se encuentra en el Museo del Prado. El pintor francés situó a los diferentes personajes en un escenario grandioso y teatral, con resonancias del gran Veronés y detalles tan venecianos como el de los músicos de la tribuna. La grandilocuente composición, las calidades materiales de las telas, los detalles de los atuendos, están al servicio de la exhibición del poder de la monarquía, pero la situación de los personajes, sus poses y sus miradas, responden también a un estudio psicológico.
Louis Michel Van Loo. La familia de Felipe V. 1743.Museo Nacional del Prado, Madrid
Los personajes están dispuestos en tres grupos. A la izquierda aparecen la infanta María Ana Victoria, que llegaría a ser reina de Portugal y los príncipes de Asturias, es decir Bárbara de Braganza y el futuro Fernando VI. En el centro aparece el rey Felipe V, la reina Isabel de Farnesio y el hijo menor de ambos, el infante y cardenal don Luis; también están don Felipe, segundo hijo de los reyes y duque de Parma, y su esposa Luisa Isabel de Borbón, hija de Luis XV de Francias; en el suelo las infantas María Luisa, hija de los duques de Parma, y María Isabel, hija de los reyes de Nápoles, juegan con un perro. Finalmente, a la derecha del cuadro se encuentran el rey de Nápoles, es decir el futuro Carlos III de España, y su esposa la reina María Amalia de Sajonia; además están María Antonia Fernanda, hija de Felipe V y futura reina de Cerdeña, y María Teresa de Francia, delfina de Francia.

Si nos fijamos en el grupo central, destaca la presencia dominante de la reina Isabel de Farnesio, que apoya su brazo en un cojín que sostiene la corona, símbolo muy evidente de su poder. Junto a ellos se encuentra el infante don Luis, semiescondido detrás de su madre, lo que demuestra un sometimiento a ella, mirando al frente y extendiendo la mano elegantemente, detalle que contribuye a crear profundidad. Va vestido de rojo y lleva la banda azul de la Orden del Saint-Esprit, como los demás varones que aparecen en el retrato colectivo.
Louis Michel Van Loo. La familia de Felipe V (detalle). 1743.Museo Nacional del Prado, Madrid
Cuando Van Loo realizó el retrato familiar, el infante don Luis tenía 16 años y era desde los 8 arzobispo de Toledo, desde los 10 cardenal y desde los 14 arzobispo de Sevilla. Van Loo ya había realizado un retrato al infante-cardenal poco después de su nombramiento.
Louis Michel Van Loo. El infante-cardenal Luis Antonio de Borbón y Farnesio. C 1737.Museo Nacional del Prado, Madrid
 La atrevida y decida acción de su madre condujo a don Luis a esta fulgurante carrera eclesiástica, ya que se encontraba en el quinto puesto en la línea de sucesión al trono. Era, por tanto, cuando se pintó el cuadro, un joven muy rico y poderoso, pues sus cargos le proporcionaban grandes beneficios y privilegios, aunque no estaba entre sus planes el sacerdocio, lo que finalmente le haría renunciar a sus cargos religiosos y quebrar así los planes de su madre. Todavía en 1843 no se podía adivinar el enfrentamiento entre los hermanos Carlos y Luis, muy separados en el cuadro de Van Loo.

martes, 16 de septiembre de 2014

Atacama participa de nuevo en la Semana de la Arquitectura

Atacama Servicios Culturales ha sido invitada un año más por la Dirección General de Bellas Artes, del Libro y de Archivos de la Comunidad de Madrid a participar en la Semana de la Arquitectura.  Entre el 3 y el 12 de octubre de 2014 se desarrollará una nueva edición de la Semana de la Arquitectura, la décimo primera, organizada por la Fundación Arquitectura COAM, con el objetivo de dar a conocer y poner en valor la arquitectura de la capital.
 

 
Logo de la XI Semana de la Arquitectura
 
Desde las Bibliotecas Públicas de la Comunidad de Madrid se han organizado una serie de recorridos temáticos concebidos y desarrollados por Atacama: Arquitectura histórica de Cuatro Caminos y Tetuán en la Biblioteca Central (Chamberí), La Quinta de Vista Alegre en la Biblioteca Luis Rosales (Carabanchel) y en la Biblioteca Antonio Mingote (Latina), Elementos decorativos mitológicos en las edificios de la calle Alcalá y el Paseo del Prado en la Biblioteca Manuel Alvar (Salamanca) y en la Biblioteca de Retiro, El Modernismo en Madrid, I y II en la Biblioteca Pedro Salinas (Centro). El Art Déco madrileño en la Biblioteca Rafael Alberti (Fuencarral), Los puentes del Manzanares en la Biblioteca Luis Martín-Santos (Villa de Vallecas) y en la Biblioteca José Hierro (Usera), Los edificios del Retiro: un jardín histórico en el corazón de Madrid en la Biblioteca de Moratalaz y en la Biblioteca María Moliner (Villaverde) y El Madrid de Pedro Ribera en la Biblioteca de Acuña (Moncloa-Aravaca).
Los itinerarios son gratuitos y es necesario inscribirse previamente en cada una de las doce bibliotecas públicas que organizan los recorridos.


Más información en el Portal del Lector.

miércoles, 16 de julio de 2014

La duquesa de Osuna regresa al Jardín de El Capricho

La Exedra es uno de los más destacados monumentos del jardín histórico de El Capricho. Se trata de un templete clásico de planta semicircular y columnas jónicas, originalmente cubierto por una media cúpula y elevado sobre una escalinata convexa dividida en dos tramos. Fue construido en torno a 1790 por orden de la duquesa de Osuna creadora del jardín, pero entre 1837 y 1838, en tiempos de su nieto, el XI duque, Pedro Alcántara Téllez Girón, fue reformado por Martín López Aguado. Don Pedro quiso convertir la Exedra, al parecer concebida en origen como templete en torno a una fuente, en un monumento para honrar la memoria de su abuela, María Josefa Alfonso Pimentel.
Por esta razón encargó al escultor José Tomás la realización de un busto de bronce de la promotora de El Capricho, la susodicha duquesa de Osuna, sobre un pedestal de mármol rosado con una inscripción latina conmemorativa. Además López Aguado ordenó colocar una serie de grupos escultóricos y jarrones en el fondo de la composición y ocho esfinges de plomo, obra de Francisco Elías, en la base de la escalinata.

Aunque la Exedra llegó en buen estado a los inicios del siglo XX, posteriormente fue perdiendo sus elementos escultóricos y algunos arquitectónicos, como la semicúpula casetonada. En los años 80 y 90 de la pasada centuria se restauró el monumento, pero no se pudieron recobrar las escultoras originales, salvo las esfinges.

 
La Exedra en 2013, antes de la recuperación de las esculturas. Foto Guillermo Juez

 
Afortunadamente, el 9 de julio de 2014 la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha inaugurado la recuperación de una parte importante del patrimonio escultórico del Jardín del Capricho. En el conjunto de la Exedra se ha reintegrado el busto de la duquesa de Osuna, desaparecido en los años 70 y recuperado por el Ayuntamiento en 2013 tras haber formado parte de diferentes colecciones privadas y después de ser restaurada. Además se han colocado dos grupos escultóricos de mármol blanco que representan a Hércules y Ónfale, y a Baco con un sátiro, respectivamente, también adquiridos por el Ayuntamiento en 2013, y que regresan a su posición original.


La Exedra el 13 de julio de 2014, después de la restitución de las esculturas.
Fotos de Guillermo Juez
 
 Por otra parte, se ha colocado una réplica de la magnífica Venus neoclásica esculpida por Juan Adán en el Abejero, el lugar en el que estuvo tras ser retirada de su primera ubicación en el templete hoy llamado de Baco, aunque por desgracia no está accesible al público. La escultura original pertenece a la empresaria y coleccionista de arte Alicia Koplowitz.

martes, 20 de mayo de 2014

Doscientos años de la llegada de Fernando VII a Madrid


Este año 2014 conmemoramos el principio o el final de algunos grandes conflictos bélicos internacionales, entre ellos el segundo centenario de la conclusión de la llamada Guerra de Independencia Española. Entre los hechos más destacados a recordar se encuentra sin duda el regreso del rey Fernando VII a España, su entrada en Madrid y la derogación de la Constitución de 1812.

Tras una brevísima estancia en Madrid como rey después de la abdicación de su padre en marzo de 1808, Fernando VII pasó la Guerra en Francia, en el exilio dorado de Valençay. Los españoles del bando patriota lucharon en su nombre y cuando obtuvieron la victoria, el rey deseado regresó, pero impuso el absolutismo.

La entrada oficial en Madrid el 13 de mayo de 1814 fue una gran ceremonia, preparada cuidadosamente por las Cortes, trasladadas a la capital desde Cádiz, la Regencia, que ostentaba el poder ejecutivo, y el Ayuntamiento constitucional. La ciudad se engalanó, se construyeron monumentos efímeros y se diseñó un gran itinerario oficial. La documentación que conservamos nos permite reconstruir exactamente el recorrido seguido por el rey, analizar los monumentos erigidos ad hoc y estudiar el ceremonial puesto en práctica y su significado. Todo fue concebido para honrar a un rey constitucional, pero quien entró por la Puerta de Atocha aquella fecha que ahora recordamos fue un monarca absoluto, ya que durante su largo viaje desde Francia tuvo lugar un golpe de estado que acabó con el débil estado liberal surgido en Cádiz.

 
Itinerario seguido por Fernando VII el 13 de mayo de 1814 en su entrada oficial en Madrid en el Plano de Madrid de Juan López (1812)
 
Con dos charlas en la Biblioteca Regional, una sobre la la aproximación de Fernando VII a Madrid y la otra acerca del análisis de la ceremonia oficial de entrada en la ciudad, queremos contribuir a recordar estos días de 1814 que cambiaron la historia de España.

Información sobre las conferencias:

1814: EL REGRESO DE FERNANDO VII A MADRID

Francisco Juez, doctor en Geografía e Historia

Dirección: Ramírez de Prado, nº3 28045 Madrid. Se puede llegar a la biblioteca en metro: Delicias (Línea 3) y Méndez Álvaro (Línea 6), con trenes de Cercanías: Delicias (Líneas C-5, C-7b y C-10) y con los autobuses 8 y 102.

Entrada libre hasta completar el aforo

Martes 20 de mayo. 19 h. Fernando VII en camino hacia Madrid. La ciudad se prepara para recibirle.

Martes 27 de mayo, 19 h. La entrada oficial de Fernando VII en Madrid.

 

 

miércoles, 30 de abril de 2014

El cerro de san Babilés


Recientemente hemos podido visitar gracias a la amabilidad del arqueólogo Juan Sanguino las excavaciones que se están realizando en el cerro de San Babilés, muy próximo al municipio de Boadilla del Monte.

Vista general de la iglesia. Foto Beatriz García
 
La historia de san Babilés arranca de una tradición popular que se remonta al siglo IX. Según la leyenda, san Babil obispo de Pamplona, fue martirizado en este lugar junto con 80 niños por parte de los musulmanes el 30 de octubre del 815. No figura en los archivos eclesiásticos ningún obispo denominado así, ni parece cierta la fecha del martirio, pero indudablemente algún suceso importante debió producirse en la zona para tener registrada una cofradía en fecha tan temprana como 1478 y para levantar una iglesia a la que en siglos posteriores, y atraído por su fama, llegó a acudir el propio Felipe IV con su heredero Baltasar Carlos buscando la curación del hijo por parte del santo, según podemos leer en las descripciones del Cardenal Lorenzana de 1782.

Las excavaciones han sacado a la luz algunos datos de interés en relación a la tradición popular. La ermita, que se creía del XV, ha resultado ser una iglesia de dimensiones considerables y con una tipología arquitectónica propia del siglo XII o XIII que se halla levantada sobre una necrópolis visigoda del siglo VI. Teniendo en cuenta que esta zona fue conquistada por Alfonso VI en el 1085 es posible que la iglesia se levantase para cristianizar el lugar y que salieran a la luz los enterramientos de la época visigoda, reforzando así algún suceso acaecido en una época no muy lejana y relacionado con la muerte de varios niños a manos de los musulmanes.

Tumbas visigodas. Foto Beatriz García
 
 
Han aparecido además varias tumbas que indican la presencia de algún personaje importante en este lugar, probablemente un santón,  quizá relacionado con la adopción del cristianismo por parte del rey Recaredo en el III Concilio de Toledo (589) en el que se abandona el arrianismo produciéndose la unión religiosa entre hispanorromanos y visigodos; aunque también cabe la posibilidad de que se trate de algún personaje importante socialmente.


Tumbas destacadas. Foto Beatriz García
 
Habrá que esperar a una segunda fase de excavación para poder tener una idea más completa de lo que pudo suceder. Lo que parece confirmarse es que la leyenda popular, mantenida a lo largo de los siglos por parte de los habitantes de Boadilla el Monte, tiene ahora una base más sólida en la que sustentarse, a pesar de que no hayan aparecido restos que pueda relacionarse directamente con el santo.

Posible cripta. Foto Beatriz García

jueves, 24 de abril de 2014

Se inician las obras de restauración del Palacio de Boadilla del Monte


El pasado 4 de abril tuvo lugar en Boadilla del Monte la presentación del inicio de las obras de restauración del palacio del Infante Don Luis de Borbón construido por Ventura Rodríguez en el siglo XVIII.
Al acto acudieron el alcalde de Boadilla, Antonio González Terol, el arquitecto encargado de las obras José Ramón Duralde y la restauradora paisajista Lucía Serredi, así como los concejales de turismo, cultura y urbanismo del ayuntamiento.
 
José Ramón Duralde y Antonio González Terol

Una vez terminadas las obras de restauración y consolidación de los portones laterales que dan acceso a la primera terraza del jardín, se va a acometer la restauración de la fachada, el jardín barroco (primera de las tres terrazas) y la capilla del palacio. Se espera que para diciembre de este año estén ya terminadas y que se pueda disfrutar de nuevo del excelente jardín diseñado por Serredi siguiendo unos planos de 1868, los más antiguos que han llegado hasta nuestros días.

Lucía Serredi
 
Se colocarán unos planos explicativos de las obras y las fases de ejecución de las mismas, así como el presupuesto empleado, con el fin de informar a todos los ciudadanos de las intervenciones que se llevarán a cabo.

Plano explicativo con el diseño del jardín 
Vista posterior del Palacio 

 También se recuperarán las antiguas escuelas que se convertirán en la futura oficina de turismo del municipio y en un centro de interpretación del entorno del palacio.
 
Antigua escuela
 
 Mientras seguimos con las actividades de difusión que realizamos en el municipio; en esta ocasión organizamos un taller para el colegio público Teresa Berganza en la que participaron escolares de primero y segundo de primaria.

Actividad escolar desarrollada por Atacama
 
También es interesante resaltar el proyecto de micro mecenazgo (crowdfunding) puesto en marcha por la Asociación de Amigos del Palacio con el fin de conseguir fondos para la recuperación de la instalación denominada “El gallinero” o “Faisanera”.  
El proyecto denominado "Todos a una" busca la participación e implicación de todos los ciudadanos en el mantenimiento del patrimonio. Tienes más información: Aquí 
El Gallinero. Foto tomada del proyecto de micromecenazgo


 

martes, 1 de abril de 2014

El Museo Arqueológico Nacional reabre sus puertas totalmente renovado

El 31 de marzo de 2014 ha abierto sus puertas el Museo Arqueológico Nacional tras la finalización de su reforma integral iniciada a principios de 2008. Por la mañana el presidente del Gobierno ha inaugurado oficialmente el renovado edificio y por la tarde ha tenido lugar la primera visita al Museo.
 

A las siete en punto de la tarde la Banda Sinfónica Municipal de Madrid y el Coro Nacional de España ha interpretado la cantata del maestro Emilio Arrieta con la que se inauguró el 9 de julio de 1871 el Museo en su sede provisional del Casino del a Reina. En la escalinata de la fachada principal de Serrano, entre las esfinges de bronce, y con la plazoleta del jardín repleta de público, los músicos han propiciado un arranque emocionante y patriótico.
 


Los primeros visitantes han entrado por el nuevo acceso situado a la izquierda de la puerta histórica y a un nivel inferior. Tras unas breves palabras del director del Museo y del secretario de Estado de Cultura pronunciadas en el nuevo vestíbulo, los invitados han podido disfrutar de un primer contacto con un edificio profundamente reformado y con el nuevo discurso museográfico. Se trata de un Museo irreconocible para sus visitantes habituales y sorprendente para los nuevos. No es el momento de analizar con detalle el discurso, sino de dar testimonio de la belleza y la funcionalidad del renovado edificio, fruto de un intenso trabajo de numerosas personas a lo largo de más de 6 años.

 
La ambientación didáctica de las piezas, la información textual y audiovisual que las acompaña o las estaciones táctiles con reproducciones de objetos son algunos de los atractivos de un Museo Arqueológico ahora accesible.

  




Los patios cubiertos, donde se encuentran obras monumentales ibéricas y romanas son quizás los espacios más atractivos.

 

 

 
La sala de los mosaicos romanos es un magnífico ejemplo del trabajo minucioso de los restauradores.

 
 

Es, en definitiva, un Museo por descubrir al que animamos a todos a conocer, eso sí, mediante visitas sucesivas, ya que cuenta nada menos que con 10.000 m2 de exposición permanente repartidos en 40 salas.

jueves, 6 de marzo de 2014

Doscientos años en busca de los restos de Cervantes

La Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid ha autorizado al Ayuntamiento de la capital a buscar los restos mortales de Miguel de Cervantes en el edificio del convento de las Trinitarias, en la calle que hoy lleva el nombre de otro genio del Siglo de Oro, Lope de Vega. Hace casi cuatro siglos, el 23 de abril de 1616, el autor del Quijote fue enterrado en la primitiva y muy modesta iglesia del monasterio madrileño, que fue derribada posteriormente y sustituida por la actual, con diseño de Marcos López fechado en 1668. La búsqueda de los restos se va a realizar con un georradar en el subsuelo del antiguo templo, donde se encuentran nueve enterramientos, según un informe de 1870. Un año antes, se había instalado una lápida conmemorativa en la fachada del convento a iniciativa de la Real Academia Española, obra en mármol de Ponciano Ponzano.

 
Lápida conmemorativa del enterramiento de Cervantes ubicada en la fachada del convento de las Trinitarias, en la calle de Lope de Vega. Fotografía de Francisco Juez. 19/09/2009
 
No es, sin embargo, la primera vez que se realiza esta búsqueda. Según Mesonero Romanos, José I creó una comisión formada por los médicos Morejón y Arrieta y el arquitecto Silvestre Pérez con el mismo objetivo. El real decreto de 21 de junio de 1810 disponía, en efecto, que los restos del escritor, junto con los de otros ilustres hombres que estaban enterrados en diferentes conventos de Madrid, se reunieran en la actual colegiata de San Isidro, en el que fue probablemente el primer proyecto de un panteón de hombres ilustres en España, como ha estudiado Álvarez Barrientos. Sin embargo, los huesos de Cervantes nunca aparecieron. José Bonaparte quiso también elevar un monumento al creador del Quijote en Alcalá de Henares, pero esta iniciativa tampoco se llevó a término.

En el citado real decreto de 21 de junio de 1810 se cita, en efecto, a Cervantes entre los hombres ilustres, cuyos restos mortales han de ser trasladados:  
 
Don José Napoleon por la gracia de Dios y por la Constitucion del Estado Rey de las Españas y de las Indias.

Deseando honrar la memoria de los españoles ilustres en letras, ó de bien acreditada celebridad en bellas artes, y que los monumentos de su gloria no se pierdan ni olviden: visto el informe de nuestro Ministro de los Interior,

Hemos decretado y decretamos lo siguiente:

 
ARTÍCULO PRIMERO.

En todo el reyno se conservarán los monumentos sepulcrales de hombres ilustres, insignes en letras, ó de gran celebridad en bellas artes.
 
ART. II

 Los sepulcros, bustos o lápidas de hombres célebres, que se hallen en monasterios ó conventos suprimidos, se trasladarán á la Iglesia principal ó Catedral donde la hubiere. 

ART. III

 En esta capital las cenizas de Miguel de Cervantes, que yacen en el convento de las Trinitarias, las del escultor Gaspar Becerra, que estan en la Vitoria, el sepulcro de Saavedra, que se halla en Recoletos, el del historiador de México Solis en S. Bernardo, y el de D. Jorge Juan en San Martín, se trasladará a San Isidro el Real.

jueves, 20 de febrero de 2014

Cuando el Sáhara era una verde sabana


A unos 15 kilómetros al oeste de Smara, en el Sahara Occidental, se encuentra un conjunto de sorprendentes grabados rupestres, conocidos en España desde los años 60 del pasado siglo gracias a la curiosidad del comandante de aviación Emilio Herrera. Están situados en un lugar llamado Uled Boukersh, en la margen derecha de un uadi, o cauce seco; se distribuyen a lo largo de un amontonamiento de piedras lisas y negras, características de la zona, que se extienden a lo largo de centenares de metros, semicubiertas por la arena.

Se trata de relieves ejecutados con diferentes técnicas. Tal vez los más bellos sean los realizados con línea incisa y continua, de características similares a otros del noroeste africano. Todos ellos se encuentran a la intemperie y sometidos a la erosión del desierto, aunque en las proximidades se ha construido un pequeño y sencillo museo que guarda algunos relieves y otros tesoros de tiempos remotos.

Vista parcial de la margen derecha del uadi con las rocas que incluyen grabados. Al fondo el edificio del Museo (julio 2013, foto de Beatriz García).
 
Los grabados, estudiados hace ya casi 50 años por el Museo de Prehistoria y Arqueología de Santander, representan animales, fácilmente identificables, aunque tratados de un modo esquemático: elefantes, antílopes, avestruces, jirafas, gacelas, etc. Se trata, por lo tanto, de una fauna propia de un clima y un paisaje muy diferente a los actuales.

 
Bóvido mirando hacia la derecha en una laja fragmentada por la erosión (julio 2013, foto de Beatriz García)
 

Un bello ejemplar de órix (julio 2013, foto de Beatriz García)
 
 Parecen ser representaciones asiladas e independientes, pero a veces podemos encontrar pequeñas escenas grabadas en la roca. Por ejemplo, la que muestra a un grupo de avestruces orientados hacia la izquierda; tal vez el mayor tamaño de uno los animales pueda indicarnos que se trata de una madre con dos crías.
 
Un grupo de avestruces (julio 2013, foto de Beatriz García)
 
No es fácil fechar estas obras, pertenecientes seguramente a una época neolítica remota, que los especialistas sitúan en un amplísimo abanico ente los años 8000 y 3000 a. de C. Pero más difícil aún es tratar de explicar la función original de estos grabados o deducir cuál pudo ser la motivación que llevó a aquellos hombres del pasado a realizar estas obras. Muchas veces nos sentimos movidos a reconocer en ellos símbolos mágicos, tal vez en relación con la caza, o bien a buscarles un sentido religioso o mitológico, o, por qué no, un simbolismo clánico. Creo que no puede descartarse tampoco una función meramente estética, pese a que en ocasiones nos cueste atribuir al hombre prehistórico una capacidad artística.

 
El desierto del Sahara en las proximidades de Smara (julio 2013, foto de Beatriz García)
 En cualquier caso, la ubicación de los grabados en un paraje tan bello como desolador evoca tiempos lejanos con un clima menos extremo y mucho más húmedo y un paisaje de sabana de gramíneas con abundante fauna. Otros hallazgos en forma de grabados, pinturas rupestres, geoglifos y cerámica en lugares muy alejados entre sí dentro del enorme Sahara confirman el cambio climático sufrido en esta zona en los últimos 10.000 años.  En efecto, el final del último periodo glacial, hacia el 8000 a de C., dio lugar a una fase húmeda en el actual Sahara, que fue poblado por comunidades neolíticas como las que llevaron a cabo estos relieves. Al parecer, unos 2000 años después se inició un progresivo cambio climático que provocó un aumento de las temperaturas y una disminución de las lluvias, de manera que la sabana fue dejando paso, poco a poco, al desierto que hoy reina sobre el antiguo Sahara Español. 

 

sábado, 8 de febrero de 2014

Una fuente viajera: de Boadilla al Campo del Moro pasando por Carabanchel


La terraza superior de los jardines del Palacio del infante don Luis de Borbón en Boadilla del Monte fue trazada con un diseño geométrico. Estaba formada por dos cuadros vegetales no simétricos que llenaban el espacio rectangular. Ventura Rodríguez diseñó una fuente, esculpida por Felipe de Castro y Manuel Álvarez, que se ubicó entre los dos cuadros, en una glorieta circular arbolada situada en el centro mismo de la terraza y en el eje del Palacio.

Antonio Ponz en su Viage de España de 1776 la describió, poco antes de que se instalara, de esta manera:

En frente de ésta (la fachada del jardín) se ha de colocar la magnifica fuente de marmol de que estuvo encargado D. Felipe de Castro, y hubiera acabado brevemente, á no haber fallecido; pero está concluyendo la obra su discípulo D. Manuel Alvarez. Consiste en tres tazas principalmente: dentro de la mayor, que es la del suelo, hay tres tritones niños sobre otros tantos pedestales, que en unas conchas reciben el agua, que arrojan por la boca tres delfines de la segunda taza, la qual está sostenida por otros tres tritones agrupados con delfines, que tambien arrojan agua por la boca sobre conchas, que alternan con galápagos en el pedestal. La tercera taza se vé sostenida de tres ninfas, y en el medio hay un niño, que ha de arrojar el agua por la boca hasta grande altura. Todas las expresadas tazas están adornadas de muy buen gusto, y en el reverso de la del medio hay baxos relieves de conchas, delfines, y otras cosas. La invencion, y disposicion de la expresada fuente es del citado D. Ventura Rodriguez, bien que el autor de la escultura fue D. Felipe de Castro.

Vista de los jardines de Boadilla desde la primera planta del Palacio (junio de 2013)

 De la fuente de Ventura Rodríguez sólo queda en el jardín superior, que comenzará su restauración en este año 2014, la estructura metálica interior, triste esqueleto del espléndido monumento. Pero, ¿qué fue del magnífico ornamento de mármol?

Después del exilio del infante y el casi abandono del Palacio, su hija María Teresa y el marido de ésta, Manuel Godoy, regresaron al Palacio, que volvió a quedar deshabitado durante la Guerra de la Independencia.  Tras la marcha de María Teresa a Francia, su hermana e hija menor del infante don Luis, María Luisa, y el esposo de ésta, el duque de San Fernando de Quiroga, vendieron la fuente a Fernando VII, que se la regaló a su mujer, la reina María Cristina de Borbón. La fuente realizó así su primer viaje, desde Boadilla del Monte, a Carabanchel Bajo, ya que la reina mandó instalarla en su posesión de la Quinta de Vista Alegre. Fue seguramente en 1832. Una parte del jardín se diseñó expresamente para recibir esta fuente monumental, que se situó en una placita circular, entre bosquetes, en un recoleto rincón al noroeste de la finca.

Eva Rodríguez Romero cita en su tesis doctoral, El jardín paisajista y las quintas de recreo de los Carabancheles: la posesión de Vista Alegre (publicada por Fundación Universitaria Española, Madrid, 2000), dos referencias documentales que prueban la presencia de la Fuente de las Conchas en Vista Alegre: aparece en el plano de la posesión de 1845 y en el inventario del mismo año que ese encuentra en el Archivo General de Palacio (sec. admva. leg. 1306/4).

Sin embargo, la fuente no permaneció mucho tiempo en el pintoresco jardín de Carabanchel y volvió a ponerse en marcha. En efecto, a mediados del siglo XIX, la hija mayor de María Cristina, la reina Isabel II, decidió ordenar y ajardinar el agreste Parque de Palacio que descendía desde la residencia real hacia el Manzanares, en violenta caída. El arquitecto Narciso Pascual y Colomer se ocupó de la creación del que empezaba a ser conocido como Campo del Moro.

Para dignificar el jardín, tan próximo al Palacio, Pascual y Colomer dispuso en 1847 la colocación de dos fuentes monumentales en el mismo, concretamente en la gran avenida situada en el eje del Palacio. Por Real Orden se trasladaron, una, desde el Jardín de la Isla de la Aranjuez y, otra, desde la Quinta de Vista Alegre: la primera, llamada de los Tritones, se colocó en la glorieta situada más cerca del Palacio y la de las Conchas, se situó más al oeste, en dirección al Manzanares. La de los Tritones era del siglo XVII y la de las Conchas, como hemos dicho, de la segunda mitad del siglo XVIII, pero ambas tienen un aire común, por su material, características formales e iconografía.

 
La Fuente de las Conchas en el Campo del Moro (octubre de 2013)
 
De esta manera, una obra diseñada por el arquitecto de Ciempozuelos, Ventura Rodríguez, se colocaba muy cerca del edificio donde había iniciado su carrera, a las órdenes de Juvara y Sacchetti: el llamado Palacio Nuevo o Palacio Real.

La fuente de las Conchas está íntegramente realizada en mármol blanco y se sitúa en un pilón circular de granito, obra de Pascual y Colomer. Cuenta con un pedestal que sujeta tres tazas circulares, cuyo tamaño va decreciendo a medida que aumenta la altura. En el pilón inferior encontramos tritones niños, hijos de Neptuno y Anfítrite, que tal vez pretenden expresar la esperanza en el futuro del infante; curiosamente don Luis y doña María Teresa de Vallabriga tuvieron tres hijos. Los tritones llevan conchas en sus manos por las que vertían agua.

Detalle de la taza inferior de la Fuente de las Conchas en el Campo del Moro (octubre de 2013)
 

Detalle de un tritón niño de la taza inferior de la misma fuente (octubre de 2013)
 
Más arriba aparecen tres galápagos separados por grandes conchas y tritones adultos con piernas que rematan en cabezas de delfín y que sujetan cestas con frutas. Sin duda son referencias a la prosperidad y la riqueza de la “corte” del infante.
 
 
Detalle de los tritones que sostienen la segunda taza (octubre de 2013)

Por encima se encuentra la segunda taza, decorada por conchas y mariscos y sobre ella tres ninfas, o tal vez las Tres Gracias, apoyadas en el tronco de la fuente, que sujetan con los brazos levantados el tercer vaso, con ornamentación vegetal. El simbolismo del conjunto parece referirse de nuevo a la vida, la fertilidad y la purificación.

 
Detalle de las figuras femeninas que sostienen la tercera taza (octubre de 2013)

 Remata la fuente un tritón niño que sujeta un delfín surtidor, en una nueva alusión acuática y marina y seguramente en referencia a la prosperidad y la juventud. Toda la fuente parece, en definitiva expresar los buenos deseos y la esperanza en un futuro prometedor. Sin embargo, el infante sólo pudo disfrutar de la fuente y del palacio de Boadilla unos años, ya que su hermano Carlos III le envió a un humillante destierro. La itinerancia de la monumental Fuente de las Conchas parece una metáfora del exilio del infante.

 
Detalle del tritón que remata la tercera taza (octubre de 2013)


 

martes, 28 de enero de 2014

Boadilla del Monte en FITUR

El Ayuntamiento de Boadilla del Monte ha asistido a la Feria Internacional de Turismo FITUR 2014 para dar a conocer su oferta turística. Por su stand en el Pabellón 9 de IFEMA han pasado numerosos visitantes que han podido informarse sobre los atractivos patrimoniales, naturales y de ocio que posee la localidad.
Entre las actividades que se han ofrecido se encuentran las visitas guiadas realizadas por Atacama Servicios Culturales, que ponen en valor el rico patrimonio histórico, arquitectónico, urbano y artístico de la localidad. Desde junio de 2013 hemos realizado 12 visitas, tanto con particulares como con colectivos y centros escolares.

 
También en FITUR se ha presentado el nuevo folleto turístico diseñado por Atacama y Polibea para el Ayuntamiento: “Boadilla, un patrimonio por descubrir”. En él se han destacado siete hitos monumentales que conforman un itinerario histórico: la Parroquia de san Cristóbal, la Ermita de san Sebastián, el Convento de la Encarnación, la Fuente de Ventura Rodríguez, el Palacio del infante don Luis de Borbón y los Puentes sobre el Arroyo de Vallelargo y en el camino de Madrid.
El Ayuntamiento ha informado también de la ejecución por fases de la rehabilitación del Palacio del infante don Luis, el principal monumento del municipio. Ya han finalizado las obras de sus portones de acceso y están a punto de iniciarse los trabajos de restauración de las fachadas y algunas salas principales, así como la rehabilitación de los jardines, para lo que se dispone de un presupuesto de 1,7 millones de euros.



 

 

jueves, 2 de enero de 2014

Atacama participa en la jornada cultural "Madrid con otra mirada", organizada por el Ayuntamiento


El día 14 de diciembre de 2013 el Ayuntamiento de Madrid celebró un conjunto de actividades con el objetivo de invitar a mirar el patrimonio cultural de la ciudad con los ojos de quienes lo vieron por primera vez. Se organizaron una serie de itinerarios y visitas que trataron de trasladar al participante al momento original del patrimonio histórico de Madrid, con ambientación musical y de época.

  

Se llevaron a cabo visitas guiadas en el Cuartel del Conde Duque, las iglesias de Montserrat y de las Maravillas, el Museo de Historia y las Escuelas Pías de San Antón, sede del COAM. Además se celebraron otras actividades en los dos edificios municipales.

Atacama Servicios Culturales realizó, dentro del evento, cuatro itinerarios guiados a lo largo de la calle de la Palma, entre el Cuartel del Conde Duque y el Museo de Historia, antiguo Hospicio de San Fernando, dos de los más destacados edificios debidos al genio de Pedro de Ribera, el principal arquitecto español en la ciudad en la primera mitad del siglo XVIIII.


 

 En estos itinerarios pusimos en valor las dos magníficas fachadas y recordamos la construcción y función original de ambos edificios. Por el camino visitamos la iglesia de las Maravillas, la plaza del Dos de Mayo y la iglesia de Montserrat, con una fachada renovada también por Pedro de Ribera, gran protagonista del paseo. En las iglesias los participantes pudieron disfrutar de recitales musicales y también de una salva por parte de la Asociación Histórico Cultural de Voluntarios de Madrid 1808-1812 en la plaza del Dos de Mayo.