EL PLACER DE LA CULTURA

martes, 18 de abril de 2017

La Fuente de Apolo, según Ramón

Dice Ramón Gómez de la Serna en su Elucidario de Madrid que “El Prado son los Campos Elíseos de Castilla, planicie de aire profundo, de honda serenidad”. Y de esos Campos emergen tres maravillosas fuentes diseñadas por el gran Ventura Rodríguez y dedicadas a Cibeles, Apolo y Neptuno. La que se encuentra en el centro del Salón del Prado, la de Apolo o de las Cuatro Estaciones, corazón físico y simbólico de la composición, “tiene cuerpo o tronco de panteón”, según Ramón. “Los mascarones por los que sale el agua están bien, aunque es doloroso como ver un vómito de sangre ver echar a un mascarón el agua por la boca”.

 Fuente de Apolo o de las Cuatro Estaciones.
Fotografía de Eduardo Escudero. 2015

Según Gómez de la Serna “el agua de la fuente de Apolo cae en tres conchas, conchas eternas hechas para soportar el agua de las fuentes como las otras para soportar el agua del mar. En vez de agua parece que debía caer de ellas besamel; pero su baba tiene un dulce de caramelo en que se mezcla el encanto de los días de Madrid”.

 Detalle del Invierno. Fotografía de Eduardo Escudero. 2017

Asegura Ramón que “ante esta fuente, Fígaro se detenía y veía la perspectiva de las estaciones, sobre todo la de invierno, que representa el mendigo de pantalones atados por debajo de la rodilla, como se los atan con una cuerdecita los miserables para no perder el calor que guardan; atadura igual a la que evita que se les salga la sustancia a los pellejos llenos de aceite o de vino. Toda la estatua es invernal; hasta los racimos en piedra son racimos de uvas heladas, uvas de invierno. Es la fuente del hombre con capa y con una copa con brasas en la mano”.