EL PLACER DE LA CULTURA

sábado, 2 de febrero de 2013

La inauguración del mercado de la Paz


Hasta el último cuarto del siglo XIX no se construyeron los primeros mercados cubiertos de la ciudad, lo que permitió mejorar las condiciones higiénicas de los productos, la salubridad de las vías públicas y el tránsito por la calles. En 1875 Alfonso XII inauguró las primeras instalaciones modernas dedicadas tanto a la venta al por mayor como al comercio minorista; se trata de los mercados, hoy desaparecidos, de la plaza de la Cebada, dedicado a frutas y hortalizas, y de la plaza de los de Mostenses, para caza, pesca y ganadería. Un año más tarde se inauguró el de Chamberí y en 1879 el de la Paz, en el Barrio de Salamanca. Todos ellos eran modernos edificios con estructura de hierro y cerramiento de cristal. Sin embargo, en muchos barrios de Madrid continuaron los mercados callejeros hasta bien entrado el siglo XX.

El Mercado de la Paz fue inaugurado el 4 de octubre de 1879, promovido por los empresarios y banqueros catalanes Manuel y Jaime Girona y Agrafel. El mercado nació para satisfacer la necesidad de abastecimiento del barrio, cuya historia había comenzado  apenas 20 años antes. El diario El Imparcial de 5 de octubre de 1879 subrayaba la ausencia de instalaciones mercantiles en el barrio de Salamanca: “Tiempo hacía que el vecindario de aquella parte de Madrid expresaba los deseos de que se construyera tan necesaria é importante obra”.  

El arquitecto encargado de la construcción en hierro del mercado fue Antonio Ruiz de Salces, que por entonces dirigía también las obras del Palacio de Biblioteca y Museos Nacionales, el cual iniciaba su etapa final tras un proceso demasiado dilatado en el tiempo. El citado diario El Imparcial resaltaba que el edificio, un rectángulo de 70 x 20 m., conciliaba “la comodidad de los vendedores y del público, así como la facilidad de circulación con una construcción sin pretensiones de suntuosa, pero sí con las de perfectamente adecuada á los servicios que en todo mercado deben existir”. Contaba entonces con 120 puestos, casi todos ya alquilados antes de la apertura del mercado, distribuidos en 4 manzanas centrales y 4 laterales, con un amplio espacio central para la circulación. El Imparcial destacaba también la buena ventilación y la adecuada iluminación y aludía a un desaparecido reloj de torre que coronaba el edificio.

La inauguración, según el citado diario, se caracterizó por la “mucha y muy distinguida concurrencia, que fue obsequiada con un espléndido buffet”. Entre los asistentes se cita al alcalde marqués de Torneros, al presidente de la diputación conde de la Romera y al general Serrano y su esposa. Los fuegos artificiales y la música de artillería dieron, ya por la noche, fin a la celebración.

El Mercado de la Paz fue profundamente remodelado en los años cuarenta del siglo XX y en los años ochenta se recuperó la estructura de hierro y se modernizaron las instalaciones. Pero, a pesar de los cambios, podemos considerarlo el mercado más antiguo de los que permanecen en pie en Madrid.

Foto: Francisco Juez

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