La escultura pública armoniza y da identidad a un
espacio urbano. Además tiene una función didáctica, que emana del poder. Las
obras escultóricas en la ciudad de Madrid se caracterizan por su gran
diversidad. Son el resultado de diferentes políticas monumentales, que obedecen
en algunos casos a programas iconográficos elaborados, o bien a actuaciones
aisladas, pero siempre son testimonio de los valores sociales dominantes en
cada momento histórico, de los sucesivos estilos artísticos y de la
personalidad de cada creador.
La escultura monumental configura un peculiar relato
de la historia de la ciudad, cada uno de los monumentos es un documento
patrimonial de Madrid, un testigo de su evolución en el tiempo. Los monumentos
forman parte del patrimonio cultural y, según la Unesco "tienen un valor
universal excepcional desde el punto de vista de la historia, del arte o de la
ciencia".
Estatua ecuestre de Felipe IV en la Plaza de Oriente |
La
Biblioteca Regional de Madrid ha aceptado la propuesta de Atacama para realizar
seis itinerarios guiados por las calles de Madrid dedicados a la escultura
monumental. En cada uno de ellos, que tendrán lugar entre los meses de abril y
mayo, se analizarán monumentos de épocas y características distintas, reunidos
en un mismo espacio urbano. Los itinerarios son los siguientes:
- Esculturas públicas en el Centro
Histórico
- Escultura monumental en el eje
Recoletos-Prado
- El Retiro, un museo de escultura al
aire libre
- La escultura en Atocha y el Panteón de
Hombres Ilustres
- La escultura en la cornisa de Madrid:
desde la Plaza de España al Parque del Oeste
- La escultura en el Barrio de Salamanca
y el Museo de Arte Público
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