El 6 de noviembre de 1920 falleció Arturo Soria. La prensa de la época no le dedicó portadas ni destacó suficientemente su gran aportación al urbanismo contemporáneo: la ciudad lineal. Muchos medios, especialmente los más alejados ideológicamente de él, reconocieron que sus proyectos no habían recibido los apoyos merecidos. De hecho, una cierta sensación de fracaso acompañó a Soria durante los últimos años de su vida.
El Liberal. 7/11/1920. Hemeroteca digital de la Biblioteca Nacional de España |
Empresario, periodista, escritor,
inventor, y urbanista autodidacta, entre otras muchas ocupaciones, nació en
Madrid en 1844. De sus muchas ideas destacamos su original alternativa de
carácter formal al crecimiento de las ciudades industriales de finales del
siglo XIX, de la que actualmente se pueden sacar todavía muchas enseñanzas.
Verdadero precursor del desarrollo sostenible, trató de dar solución a los
graves problemas de su época, que son también los de la nuestra: la vivienda,
la contaminación, la movilidad o las desigualdades sociales. Pero Soria no se
quedó en la reflexión, sino que, pese a su carácter utópico, llevó a la
realidad su propuesta en la periferia de Madrid.
El País. 7/11/1920. Hemeroteca digital de la Biblioteca Nacional de España |
El día 7 de noviembre de 1920 dio la noticia del fallecimiento de don Arturo el diario El Liberal, con una breve reseña en la que se califica a Soria como “hombre de grandes iniciativas y de incansable laboriosidad”. En La Libertad, diario nacido como escisión del anterior, se indica que falleció “víctima de un colapso cardiaco” en una brevísima nota. Sólo el diario El País, periódico en el que había colaborado Soria, dedicó más de un tercio de su portada a una sentida necrológica. Su línea editorial republicana y progresista, cercana a la ideología del propio Arturo Soria, explica también esta atención notablemente mayor que la que ofrecieron otros periódicos al fallecimiento del ilustre madrileño. El País subraya la inesperada muerte en el Hotel Rubín, residencia de Soria en la Ciudad Lineal, y realiza una extensa necrológica, en la que puede leerse: “Ha muerto un madrileño ilustre, un español insigne, un hombre admirable. Tan modesto como sabio, era grave delito escribir acerca de su obra”. Esperemos que en esta ocasión nos perdone.
La Correspondencia de España. 8/11/1920. Hemeroteca digital de la Biblioteca Nacional de España |
Algunos periódicos no llegaron a
publicar la noticia hasta el día 8, como La Correspondencia de España, que
sólo dedicó una breve reseña, con un crítico comentario: “Si D. Arturo Soria
hubiese nacido en otro país, habría tenido una gran fortuna, y acaso la nación
entera le habría ayudado en sus empresas. Aquí no pudo lograr otra cosa que
vivir en continua lucha, pudiendo decir que si hizo la Ciudad Lineal, fué
riñiendo cada día una batalla y siendo combatido a diario en vez de ser ayudado
sin regateos ni discusiones”. Más breve aún es la noticia publicada por el
diario monárquico La Época, que incluye un fugaz esbozo biográfico de
Soria, de similar extensión a la necrológica dedicada a un teniente coronel de
la guardia civil.
El Imparcial. 9/11/1920. Hemeroteca digital de la Biblioteca Nacional de España |
En la prensa del día 9 se da
noticia del entierro del urbanista en el Cementerio Civil de Madrid. Así lo hace en un
breve el importante diario, ya entonces en decadencia, El Imparcial,
que destaca la presencia de miembros de la CMU, la compañía fundada por Soria,
autoridades, empresarios, periodistas y vecinos de la Ciudad Lineal, aunque sin
dar nombres. En La Acción, diario monárquico y católico, se destaca la
multitudinaria manifestación de duelo y se reflexiona sobre el escaso respaldo
recibido por el proyecto de la ciudad lineal: “Por falta de apoyo, que debió
prestarle, no sólo Madrid, sino España entera, no llegó a desarrollar el señor
Soria magnos proyectos concebidos con una extraordinaria clarividencia, y no
solo esto, sino que fué combatido con verdadera saña, inexplicable, que en los
últimos años de su vida le sumieron en el dolor y el desaliento”.
El País. 9/11/1920. Hemeroteca digital de la Biblioteca Nacional de España |
Fue de nuevo El País el
único diario que trató extensamente el entierro y uno de los pocos que indica
que se realizó en el Cementerio Civil. Se destaca la sobriedad del acto, siguiendo
los deseos de Soria, que fue enterrado junto a su amigo Eduardo Benot, también
por voluntad del finado. La sencilla capilla ardiente se formó en la oficina de
Soria y el féretro se cubrió con la bandera de España; se colocó el poliedro
inventado por don Arturo en su cabecera. El ataúd fue llevado a hombros por
toda la Ciudad Lineal a lo largo de 5 kilómetros hasta Ventas, en compañía de
numerosísimas personas “de todas las clases sociales”, según El País.
Desde allí el cortejo fúnebre se dirigió hacia el Cementerio Civil, donde
Arturo Soria recibió sepultura.
Mundo Gráfico. 10/11/1920. Hemeroteca digital de la Biblioteca Nacional de España |
Otros muchos periódicos de Madrid,
como Mundo Gráfico, El Universo, El Mundo, El Ejército Español, La Voz, El Debate, Hoy, El
Parlamentario, La Patria y El Madrileño, dedicaron escuetas necrológicas en
los días siguientes al fallecimiento y el entierro.
La Ciudad Lineal. 10/11/1920. Hemeroteca digital de la Biblioteca Nacional de España |
La Ciudad Lineal, publicación
periódica impulsada por Arturo Soria en 1897 como órgano oficial de la Compañía
Madrileña de Urbanización y principal herramienta de difusión de las ideas
linealistas, sí dedicó lógicamente la primera página completa de su número 711
del 10 de noviembre a “tan triste suceso”. Un año después destinó casi
todo el periódico del 10 de noviembre de 1921 a don Arturo, incluyendo un
emocionante artículo conmemorativo y una semblanza biográfica, así como un
texto póstumo que el creador de la ciudad lineal había dejado escrito.
La Ciudad Lineal. 10/01/1921. Hemeroteca digital de la Biblioteca Nacional de España |
Un siglo después, Arturo Soria
sigue sin ser demasiado conocido popularmente, aunque su diversa obra se ha
estudiado en profundidad durante las últimas décadas. Arquitectos y urbanistas
de todo el mundo han analizado el proyecto de la ciudad lineal desde que Soria
lo dio a conocer y se ha puesto en práctica, con algunas variantes, en diferentes
países. Aprovechemos este centenario de la muerte de Arturo Soria para conocer
sus ideas y para afrontar los graves problemas
de las ciudades del siglo XXI con el ejemplo de su sana ambición, su
espíritu humanista y su sentido práctico.
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