Zutphen, habitada desde
el siglo IX, es una de las ciudades más antiguas de los Países Bajos y una de
las nueve localidades neerlandesas que formaban parte de la Liga Hanseática. Situada
en la región de Gelderland, o Güeldres, junto a su muralla se libró una de las
batallas más destacadas de la guerra de los Ochenta Años, con victoria española,
en 1586. Pese a los avatares históricos, la ciudad conserva un precioso casco
histórico, con un destacado patrimonio.
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Fachada de la Broederenkerk de Zutphen |
Entre los muchos
monumentos de la ciudad se encuentra la Broederenkerk, iglesia gótica del siglo
XIV perteneciente a un antiguo convento dominico. El templo cuenta con una elevada
nave central y dos laterales más bajas, carece de crucero y su cabecera es
poligonal. El interior recibe la iluminación del exterior merced a los grandes
ventanales con vitrales transparentes, que se sitúan entre los arbotantes exteriores,
los cuales soportan las bóvedas de crucería, decoradas con vistosas pinturas del
siglo XVI. La fachada situada a los pies de la iglesia, en ladrillo visto, cuenta
con una pequeña puerta de acceso y destaca por sus amplias ventanas, sobre todo
en el caso de la nave central.
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Vista de la nave central y la cabecera |
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Detalle de la cabecera |
El monasterio fue habitado
por los dominicos hasta finales del siglo XVI, cuando las Provincias Unidas
conquistaron la ciudad a los españoles. Los protestantes siguieron utilizando la
iglesia como tal, pero el complejo monástico pasó a ser propiedad pública y hoy aloja un hotel. Actualmente,
el templo es la sede de una preciosa biblioteca pública municipal; continúa así
la tradición del monasterio, que contó también con biblioteca y scriptorium.
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Vista de la nave hacia los pies |
La sala de lectura no puede ser más acogedora y a la vez monumental. Además de
los libros y otros documentos, hay plantas, te puedes tomar un café, jugar al
ajedrez o quedarte embelesado con las tracerías de los ventanales góticos. Es
un ejemplo de las numerosas iglesias de los Países Bajos que en las últimas décadas
han perdido su uso original y que han sido reutilizadas con gran pragmatismo
como, bibliotecas, librerías, restaurantes, salas de concierto o pistas de patinaje.
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Puerta de la iglesia, hoy biblioteca |
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