EL PLACER DE LA CULTURA

domingo, 13 de enero de 2013

El retrato de María Teresa Vallabriga a caballo, de Goya

Una carta de 2 de julio de 1784 que Goya remitió a su amigo Martín Zapater comenzaba así:

Queridito Martín: Estoy flaco y no trabajo mucho, aun no he acabado el retrato á caballo de la Señora del Ynfante pero le falta poco.

(Francisco de Goya. Cartas a Martín Zapater. Edición de Mercedes Águeda y Xavier de Salas. Ediciones Turner. Madrid, 1982, carta 55)

Francisco de Goya. Carta a Martín Zapater de 2 de julio de 1784. Museo del Prado

La señora a la que se refiere Goya es María Teresa de Villabriga, la joven esposa del infante don Luis de Borbón. Aragonesa, como el pintor, tenía 17 años cuando contrajo matrimonio morganático con el hermano menor de Carlos III, de 49 años. Tuvieron tres hijos, María Teresa, que se convirtió en condesa de Chinchón, Luis María, que sería cardenal de Sevilla y arzobispo de Toledo, y María Luisa, futura duquesa de San Fernando.

El palacio del Infante don Luis de Borbón en Arenas de San Pedro (www.turismoavila.com)

Desgraciadamente el retrato del que habla Goya no se conoce. Sin embargo, ha podido verse en Madrid, en la exposición del Palacio Real, Goya y el Infante Don Luis: el exilio y el reino (30 octubre 2012 – 24 febrero 2013) un maravilloso borrón de este retrato que se encuentra en la florentina Galleria degli Ufizzi, pintado seguramente un año antes que el cuadro, en 1873. En este año Goya realizó su primer viaje a Arenas de San Pedro, donde residía la familia del infante exiliada de la Corte, seguramente tras la mediación de Ventura Rodríguez. El boceto es un lienzo sobre tabla, de unos 80 x 60 cm.

Francisco de Goya. María Teresa de Vallabriga a caballo. 1783.  Galleria degli Uffizi

Se trata de un retrato ecuestre que evoca indudablemente obras velazqueñas. La infanta aparece de perfil, con un traje de montar azul y un vistoso tocado con plumas, y se recorta sobre el fondo de la sierra de Gredos. Incluso la elegancia en la manera con la que María Teresa sujeta las riendas recuerda a los retratos ecuestres de Velázquez, que, no lo olvidemos, Goya había grabado apenas seis años antes. El uso del color es muy neoclásico y el contraste entre el intenso azul del traje de la infanta, el suave dorado del caballo y los grises y verdes del atmosférico paisaje es delicioso. La pincelada es, sin embargo, muy suelta, y deja atrás las convenciones clasicistas.

Francisco de Goya. Retrato ecuestre de Isabel de Borbón. 1778. Museo del Prado

También en la exposición se ha podido ver otro magnífico retrato de María Teresa, que se conserva en el Museo del Prado, boceto para el fascinante gran lienzo de La Familia del Infante don Luis conservado en la Fundación Magnani-Rocca de Corte de Mamiano (Parma, Italia), gran estrella de la exposición del Palacio Real. Asimismo se ha expuesto otro retrato de la infanta que se guarda en la colección del mexicano Pérez Simón, verdaderamente maravilloso. En la muestra del Palacio se han podido ver también buena parte de los retratos que Goya realizó a los demás miembros de la familia en Arenas.

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