EL PLACER DE LA CULTURA

jueves, 30 de junio de 2011

La rivalidad Bayeu-Goya

Goya fue uno de los elegidos para decorar las capillas de la basílica de San Francisco el Grande de Madrid, que se convirtió en escenario de la competencia entre los mejores pintores españoles de la época. En 1781, el rey Carlos III encargó al pintor aragonés uno de los cuadros de altar para la iglesia, dedicado a San Bernardino de Siena predicando en presencia del rey Alfonso V de Aragón, que fue pintado entre 1782 y 1783. A través de algunas de las cartas enviadas por Goya a su amigo Martín Zapater podemos darnos cuenta de que el pintor estaba convencido de la superioridad de su cuadro de San Bernardino sobre el de Francisco Bayeu; el prestigioso cuñado de Goya, al que se le adjudicó la pintura del altar mayor, pintó una Visión de San Francisco en la Porciúncula, que, sin embargo, no gustó a la familia real.


En una carta fechada en Madrid a 11 de enero de 1783, Goya le transmite a Zapater una curiosa anécdota en la que el Príncipe de Asturias y futuro Carlos IV critica con dureza el cuadro de Bayeu. Sin duda Goya se recrea contando a su amigo este fracaso de su cuñado, con la polémica sobre los frescos de El Pilar de Zaragoza, que enfrentó a los dos pintores, en la memoria:

Lo que sucedió a Bayeu fué lo siguiente: Abiendo presentado su cuadro en palacio y aber dicho el Rey “bueno, bueno, bueno” como acostumbra; despues lo bio el Príncipe y Ynfantes, los que digeron, nada ay a fabor de dicho Bayeu, sino en contra pues es publico que a estos Señores nada a gustado. Llegó a Palacio Don Juan de Villanueba, su Arquitecto y le preguntó el Principe, “qué te parece de ese cuadro”, respondio: “Señor, bien”; “eres un bestia” le dijo el Príncipe, “que no tiene ese cuadro claro obscuro ni efecto ninguno y muy menudo, ni ningun mérito. Dile a Bayeu que es un bestia”.
Eso me lo han contado 6 o 7 profesores y dos amigos de Villanueba que el se los a contado, aunque el echo fue delante de algunos Señores que no se ha podido ocultar.

(Francisco de Goya. Cartas a Martín Zapater. Edición de Mercedes Águeda y Xavier de Salas. Ediciones Turner. Madrid, 1982, carta 37)

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