EL PLACER DE LA CULTURA

lunes, 15 de octubre de 2012

La Casa del Pueblo y la Agrupación Femenina Socialista de Madrid

La Casa del Pueblo de Madrid fue inaugurada el 28 de noviembre de 1908 por Pablo Iglesias en el nº 2 de la calle de Piamonte, en el antiguo palacio del duque de Béjar. Entre sus objetivos se encontraban el cooperativismo, el mutualismo, la formación profesional, la educación y la cultura. En sus casi 1500 m2 se disponían secretarías, salones para reuniones, una cafetería-restaurante, una biblioteca. En 1915 se construyó a espaldas del palacio, con entrada por Gravina nº 15, un salón-teatro, en el que tuvieron lugar congresos y asambleas y variadas actividades culturales. A finales de los años 20 la Casa del Pueblo se reformó, se construyó una tercera altura y se depuró su fachada, a la que se dotó de un estilo art decó, como vemos en la fotografía.

La Casa del Pueblo en torno a 1930

 
Edificio construido en el solar de la Casa del Pueblo. Esquina de las calles Piamonte y Luis de Góngora
Incautada en 1939 tras la entrada de las tropas de Franco en Madrid, fue finalmente demolida en 1953. Hoy se alza en su lugar un anodino edificio de viviendas, aunque una placa recuerda a la histórica Casa del Pueblo, que, hasta el final de la Guerra Civil, fue la sede de los órganos centrales del Partido Socialista Obrero Español y de la Unión General de Trabajadores. También otras organizaciones, como las Juventudes Socialistas y asociaciones asistenciales, educativas, culturales y deportivas estaban instaladas en el edificio.

Una de estas entidades era la Agrupación Femenina Socialista de Madrid, creada en 1906 con el nombre de Grupo Femenino Socialista por seis mujeres trabajadoras. Fue la segunda organización de estas características en España, sólo dos años después de crearse el Grupo de Bilbao. En la misma época también nació otro colectivo de mujeres vinculado estrechamente a un partido, concretamente el Partido Republicano Radical, el de las Damas Rojas. El contexto general era de una intensa movilización femenina, tanto en relación con los partidos, como al margen de ellos, fundamentalmente en el ámbito católico, aunque hasta los años 20 no surgieron movimientos feministas autónomos.

Como ha estudiado Marta del Moral, las mujeres de la época que querían afiliarse a la Agrupación Socialista de su localidad eran derivadas a las Juventudes, independientemente de su edad. Por eso algunas mujeres socialistas fueron impulsando la creación de estos Grupos Femeninos en toda España. En el caso del grupo madrileño, aunque nació bajo el impulso de las Juventudes Socialistas, se libró completamente de su tutela en 1908 y entró a formar parte del Partido. De este modo, estas socialistas madrileñas lograron conquistar un espacio político reservado a los varones, pero, como señala la citada Marta del Moral, no utilizaron en principio esa posición para demandar cambios profundos en las relaciones entre hombres y mujeres. Sin embargo, en los años 20 sí que el Grupo fue tomando una orientación más marcadamente feminista.


Placa colocada el 28 de noviembre de 2008 en conmemoración del Centenario de la Casa del Pueblo de Madrid
Las mujeres de la Agrupación organizaron diversas movilizaciones, algunas con participación muy numerosa, como las campañas contra la guerra o las celebradas en los procesos electorales. Además tendieron puentes con otros grupos femeninos socialistas de España y con el socialismo femenino internacional, de trayectoria más larga en otros países, y tuvieron un peso creciente en el Partido, pese a la intolerancia de algunos compañeros masculinos. Por ejemplo, en 1918 se abrió la secretaría femenina en el Comité Nacional, con Virginia González Polo al frente. Sin embargo, en 1927, la Agrupación se disolvió y se integró en la agrupación local. Cabe destacar, en cualquier caso, su contribución, junto a otros grupos femeninos de la época, al cambio social que cristalizó en la igualdad de derechos entre mujeres y hombres alcanzada en 1931.

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