EL PLACER DE LA CULTURA

viernes, 18 de noviembre de 2016

Acercamiento a Olivieri

Giovanni Domenico Olivieri, nacido en 1708 nada menos que en Carrara, fue uno de los más destacados escultores extranjeros de las cortes de Felipe V y Fernando VI. Se le considera uno de los principales responsables de la creación de un nuevo lenguaje cortesano, en la línea de un Barroco tardío internacional, que pretendía satisfacer las necesidades de las grandes iniciativas artísticas de los Borbones, la nueva dinastía en el poder. Tras una exitosa etapa inicial en el norte de Italia llegó a Madrid por recomendación de Sacchetti, arquitecto del Palacio Real, y en 1740 fue designado escultor del rey para dirigir la decoración de dicho edificio. Poco después puso en marcha una academia en su propia casa, origen de la Real de Bellas Artes, de la que el propio Olivieri llegó a ser su primer director de arquitectura.

 
Vista de la fachada de Santa Bárbara cubierta de andamios

Vista del andamio a la altura del medallón
Fotografía de Eduardo Escudero

Ya en época de Fernando VI recibió otro importante encargo de la Corona: la dirección escultórica del Real Convento de la Visitación, o de las Salesas, gran proyecto impulsado por la reina Bárbara de Braganza. Uno de sus mejores trabajos en el edificio lo encontramos en el medallón que se halla en el centro de la fachada de la actual Parroquia de Santa Bárbara, en origen iglesia del convento, que actualmente se puede observar muy de cerca gracias al programa de visitas guiadas Abierto por Obras, con motivo de la restauración que se está llevando a cabo en el edificio.

 Detalle del medallón de la fachada con la Visitación
Fotografía de Eduardo Escudero

El tema procede de los Evangelios de San Lucas y los apócrifos: a la izquierda vemos a la Virgen María y a la derecha a su prima Santa Isabel, embarazadas ambas milagrosamente, respectivamente de Jesús y de Juan el Bautista; en segundo plano aparece Zacarías, el esposo de Isabel, testigo del saludo entre las mujeres, y San José, en un plano más lejano, pese a que en el texto de Lucas nada se dice sobre los hombres. La dedicación del convento a la Visitación sin duda tiene que ver con la imposibilidad de la reina de concebir hijos.

Detalle más cercano del tondo

Detalle con la Virgen y Santa Isabel
Fotografía de Eduardo Escudero

Sorprende el gran virtuosismo de Olivieri en el trabajo con el mármol, con detalles que sólo se pueden apreciar desde el andamio que se ha construido para llevar a cabo la restauración de la fachada. La composición del medallón es sencilla y solemne, las figuras monumentales y clásicas y sobresale la ampulosidad y riqueza de sus ropajes, elementos todos ellos característicos del escultor italiano. Tal vez lo más llamativo cuando vemos el tondo desde cerca es el magnífico estudio de perspectiva conseguido a través de los distintos grados de relieve de las figuras y del cuidado marco arquitectónico en bajorrelieve del fondo. Sorprende sobre todo que algunos pormenores son invisibles desde el suelo, como si estuvieran hechos sólo para Dios (y ahora también para los visitantes de Abierto por Obras).

La fachada, con el medallón en el centro, antes de empezar la restauración

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