EL PLACER DE LA CULTURA

sábado, 27 de febrero de 2021

La librería de Fernando Fe

De los libreros de actualidades, el que más negocio hace es Fernando Fe; a su casa acude en busca de libros la mayoría de las gentes que los compran, y es acaso el que más comercio tiene con las provincias.

Así se refería Rubén Darío a la principal librería de Madrid a finales del siglo XIX. Podemos leer este comentario en su libro, publicado en 1901, España contemporánea, que recopila las crónicas escritas por el nicaragüense para el diario La Nación de Buenos Aires y constituye un documento extraordinario sobre el ambiente cultural y la realidad social de la España del “desastre del 98”.

Recibo a nombre de Rubén Darío de la Librería Fernando Fe. 1 marzo 1909
Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla

Fernando Fe, como otros libreros de la época, era también editor y en su sello publicaron autores de gran relevancia, como Pardo Bazán, Clarín, Valera, Rosalía de Castro, Palacio Valdés, Baroja, Unamuno, Blasco Ibáñez o Juan Ramón Jiménez, entre otros. La librería y la editorial tuvieron gran actividad en el último cuarto del siglo XX y en los primeros años del XX. Su origen se encuentra en el establecimiento que abrió el editor y librero francés Casimiro Monier en el número 2 de la carrera de San Jerónimo en la tercera década del siglo XIX. A mediados de dicha centuria, Alfonso Durán relevó a Monier al frente del local y luego le sucedió Fernando Fe, que mantuvo la librería en el mismo lugar hasta que en 1907 se trasladó, muy cerca, al número 15 de la Puerta del Sol, prácticamente en el comienzo de la calle de Alcalá.

Ubicación de las dos direcciones de la librería de Fernando Fe en el Plano de Madrid de Ibáñez de Ibero (1874)

Fe llegó a ser la mayor distribuidora de España y abrió diez librerías subsidiarias por todo el país. Asimismo, comercializó libros en la América hispana de su propia editorial y de otras.  No obstante, Darío destaca la pobreza de las librerías de Madrid, sin excluir a la de Fe, en relación con las publicaciones extranjeras más avanzadas:

Las librerías de Madrid son de una indigencia tal, sobre todo en lo referente al movimiento extranjero, que a este respecto Fe, que es el principal, o Murillo, o cualquier otro, están bajo el más modesto de nuestros libreros.

La librería de Fernando Fe señalada con una flecha roja
en una tarjeta postal publicada por Librería de A. Sánchez, c. 1905
fototipia color; 92 x 148 mm.
Biblioteca Nacional de España

Destaca también el escritor nicaragüense las tertulias que tenían lugar en la librería, algo que era común en las tiendas de libros del Madrid de la época:

En Madrid todavía existe lo que se podría llamar tertulia de librería. En casa de Fe, al caer la tarde podéis encontrar a Manuel Palacio; a Núñez de Arce, con su inseparable amigo Vicente Colorado; al señor Estelrich, italianista de nota; y a otras figuras, grandes, medianas y chicas del pensamiento español.

En efecto, la fama de Fernando Fe se debe no sólo a su trabajo editorial y librero, sino también a su tertulia literaria, gran foro de ideas y opiniones sobre el sector del libro en la época. Por ellas pasaron políticos, como Pi i Margall, Castelar, Cánovas, Silvela y Canalejas, así como escritores, entre ellos Campoamor, Sellés, Valera, Tamayo y Baus, Galdós, Pardo Bazán y Dicenta además de los citados por Darío.


Ofrece también Rubén Darío una descripción de la librería, cuando se encontraba todavía en la carrera de San Jerónimo, que concluye con una negativa conclusión sobre la demanda de libros en la época y la consiguiente pobreza del sector editorial:

La casa de Fe es estrechísima y Fe no se atreve a mudar de local, quizá poseído del temor de que otra más elegante y espaciosa no se advirtiese tan concurrida. Además de dos pequeños mostradores en que se exponen obras castellanas, uno que otro libro de América, a la izquierda, libros extranjeros, a la derecha, hay, junto al escritorio del jefe de la casa-rincón estrechísimo– una mesita en que se presentan las últimas novedades españolas. A esa mesita se acercan y tocan los asiduos del establecimiento; unos cortan las páginas y leen las obras de corta extensión, de pie; concluyen, y dejan el ejemplar. En toda España hay poca afición a comprar libros; quizá sea por esto que las librerías son de una pobreza desoladora.

La Compañía Iberoamericana de Publicaciones (CIAP), primera gran empresa editorial española compró la Librería de Fernando Fé en 1929. Recomendamos el siguiente artículo para ampliar información sobre la librería de Fernando Fe: Fuster, Francisco (2015). «Semblanza de Fernando Fe y Gómez (1845- 1914)». En Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.