EL PLACER DE LA CULTURA

martes, 26 de octubre de 2010

La Ciudad Lineal de Arturo Soria

A pesar de la aprobación del Ensanche en 1860, la ciudad de Madrid seguía creciendo de forma anárquica. El plan de Carlos María de Castro no solucionaba muchos de los problemas que habían surgido por la llegada masiva de inmigrantes a la ciudad fundamentalmente con el objetivo de emplearse en las grandes obras públicas y las construcciones privadas. Con el Centro muy densificado y el Ensanche apenas comenzado, surgieron suburbios más allá de la nueva ronda diseñada por Castro, como Prosperidad, Cuatro Caminos y la Guindalera.

El plan Castro presentaba además varios defectos: por ejemplo, no conectaba la capital con los municipios históricos de la periferia y tampoco relacionaba adecuadamente el casco histórico y ensanche; por otro lado, segregaba en barrios separados a las distintas clases sociales, produciéndose así una distribución social que no favorecía la integración de las masas llegadas del campo. Otro problema fundamental era el precio del suelo, ya que los especuladores (el Marqués de Salamanca entre ellos) habían comenzado ya a comprar los terrenos donde estaba proyectada la urbanización de nuevas áreas.

En este ámbito de nuevos proyectos urbanísticos y dentro de las corrientes higienistas del momento es donde Arturo Soria ideará su innovadora visión de ciudad. Contrario a la planificación ortogonal del Plan de Castro y del Ensanche barcelonés de Cerdá, propondrá el modelo de la Ciudad Lineal, una urbanización longitudinal en torno a una avenida axial con unas pocas calles paralelas y otras perpendiculares para conectar las viviendas con la vía principal. La nueva ciudad debía unir, a modo de cinturón, los municipios que se encontraban cerca de la capital: Pozuelo, los Carabancheles, Vicálvaro, Vallecas, Vicálvaro,, Canillas, Hortaleza y Fuencarral, donde el suelo era más barato. De este modo, podría “ruralizar la vida urbana y urbanizar el campo”.

La ejecución de las obras tuvo lugar fundamentalmente entre los años 1894 y 1920.


La Ciudad Lineal sobre plano


Proyecto de cinturón urbano uniendo diversas localidades. Atlas ilustrado de Madrid de Pedro Lopez Carcelén


Una idea innovadora del plan de Soria fue la convivencia de clases sociales en horizontal y no en vertical como se venía haciendo hasta el momento, tanto en el Casco histórico, como en el Ensanche, donde se reservaban los pisos principales para la burguesía y los sótanos y altos –sotabancos- para las clases más desfavorecidas. El proyecto de Soria contrastaba también con las famosas corralas compuestas por viviendas de diferentes tamaños en el mismo edificio y donde la luz y la ventilación era muy escasa. El plan de Soria quería acabar también con los problemas existentes de salubridad producidos por ese motivo, sobre todo con la tuberculosis.

Arturo Soria diseñó, por tanto, una vía principal con un mínimo de 40 metros de ancho para ubicar las casas más lujosas y los equipamientos sociales (teatro, iglesia, zona recreativa) y dos vías paralelas, una a cada lado; entre ellas, con acceso por calles perpendiculares se irían distribuyendo las casas para la gente de clase media y por último las casas de los obreros. Para llevar a cabo las obras A. Soria creó en 1894 junto con otros accionistas la Compañía Madrileña de Urbanización.

Imagen de las Oficinas de la C.M.U. en la C. Arturo Soria con Calle Arzobispo Cos


Oficinas centrales de la C.M.U. en A. Soria esq. Arzobispo Cos


Como ejemplo de edificio público hoy tan sólo queda en el cruce con la calle Alcalá la iglesia de estilo ecléctico entre neomudéjar y neogótico realizada entre 1899 y 1904 por Carrasco Muñoz. 

Arturo Soria nº 5 


La Ciudad Lineal se conectó a lo largo de su calle central con el tranvía, que también comunicaba sus extremos, la carretera de Aragón y el Alto de Chamartín, con Ventas y Cuatro Caminos respectivamente. El suministro eléctrico estaba asegurado mediante la construcción de una central eléctrica propia. Varios kioscos a modo de caprichos árabes se disponían a lo largo de la calle principal, con función de vigilancia y como paradas principales del tranvía.
 
 


La central eléctrica estaba ubicada en la manzana 85




En todos los casos el arbolado y las zonas verdes eran fundamentales, ya que cada casa debía poseer jardín y huerta. En palabras del propio Soria: “es menester que cada familia tenga su hogar completamente separado de los demás; un pedazo de terreno, por pequeño que sea, exclusivamente suyo, su parte de sol y de aire. Vivan juntos el palacio del poderoso, adornado de magníficos jardines, y la cabaña del pobre, provista de modesta corraliza y ensalzada con múltiples plantas y perfumadas de flores; pero no vivan superpuestos. Ni sótano ni buhardilla, ni aglomeración de miserias que en las modernas construcciones benéficas se juntan y procrean nuevas miserias”
En la siguiente fotografía podemos un anuncio publicado en 1911 




La vivienda de Arturo Soria y su familia se ubicó en la avenida principal, la que hoy lleva su nombre, en la manzana 90, justo enfrente del centro recreativo. Hoy es un centro de menores




Hotel Rubín. Manzana 90


Centro de Menores de la Comunidad de Madrid. A. Soria, 124


El proyecto se llevó a cabo de manera parcial ya que de los 52 km proyectados tan sólo se realizaron 5,2. Tras la muerte del Soria en 1920 el proyecto entró en crisis y se produjeron modificaciones destacadas como la menor amplitud de las calles o la minimización de las zonas verdes.

Hoy quedan muy pocos edificios de aquella época debido a los desmanes urbanísticos producidos a partir de los años 60 y 70 cuando se suprimió el tranvía y desaparecieron también la mayor parte de las construcciones originales. Queremos rescatar aquí algunas de las casas y “hoteles burgueses” que aún se conservan



Calle Bueso de Pineda esquina Agastia




"Villa Hispana" hoy Alma. A. Soria 69


"Villa Rosario" hoy propiedad de Hercesa. A. Soria, 65


General Aranaz esq. Lombillo


Vizconde de los Asilos, 5




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