La Dirección General de
Patrimonio de la Comunidad de Madrid ha autorizado al Ayuntamiento de la
capital a buscar los restos mortales de Miguel de Cervantes en el edificio del
convento de las Trinitarias, en la calle que hoy lleva el nombre de otro genio
del Siglo de Oro, Lope de Vega. Hace casi cuatro siglos, el 23 de abril de
1616, el autor del Quijote fue enterrado en la primitiva y muy modesta iglesia
del monasterio madrileño, que fue derribada posteriormente y sustituida por la
actual, con diseño de Marcos López fechado en 1668. La búsqueda de los restos
se va a realizar con un georradar en el subsuelo del antiguo templo, donde se
encuentran nueve enterramientos, según un informe de 1870. Un año antes, se había instalado una lápida conmemorativa
en la fachada del convento a iniciativa de la Real Academia Española, obra en
mármol de Ponciano Ponzano.
Lápida conmemorativa del enterramiento de Cervantes ubicada en la fachada del convento de las Trinitarias, en la calle de Lope de Vega. Fotografía de Francisco Juez. 19/09/2009 |
No es, sin embargo, la primera
vez que se realiza esta búsqueda. Según Mesonero Romanos, José I creó una
comisión formada por los médicos Morejón y Arrieta y
el arquitecto Silvestre Pérez con el mismo objetivo. El real decreto de 21 de
junio de 1810 disponía, en efecto, que los restos del escritor, junto con los
de otros ilustres hombres que estaban enterrados en diferentes conventos de
Madrid, se reunieran en la actual colegiata de San Isidro, en el que fue
probablemente el primer proyecto de un panteón de hombres ilustres en España,
como ha estudiado Álvarez Barrientos. Sin embargo, los huesos de Cervantes
nunca aparecieron. José Bonaparte quiso también elevar un monumento al creador
del Quijote en Alcalá de Henares, pero esta iniciativa tampoco se llevó a
término.
En el
citado real decreto de 21
de junio de 1810 se cita, en efecto, a Cervantes entre los hombres ilustres,
cuyos restos mortales han de ser trasladados:
Don José Napoleon por la gracia de Dios y por
la Constitucion del Estado Rey de las Españas y de las Indias.
Deseando honrar la memoria de los españoles
ilustres en letras, ó de bien acreditada celebridad en bellas artes, y que los
monumentos de su gloria no se pierdan ni olviden: visto el informe de nuestro
Ministro de los Interior,
Hemos decretado y decretamos lo siguiente:
ARTÍCULO PRIMERO.
En todo el reyno se conservarán los
monumentos sepulcrales de hombres ilustres, insignes en letras, ó de gran
celebridad en bellas artes.
ART. II
ART. III
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